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Crisis Política en Perú y cómo afecta la industria

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La crisis política en el Perú, a raíz de los acontecimientos ocurridos esta tarde, puso de manifiesto un clima de inestabilidad que ya se vivía desde hace meses atrás, pero que pareció alcanzar su punto cumbre cuando Pedro Castillo decidió disolver el Congreso.

Hecho que devino en el contundente rechazo institucional de diversas entidades, incluidas las Fuerzas Armadas y Policiales, al corromper el orden constitucional en el país, y su posterior vacancia promovida en el Congreso de la República.

Entonces, en medio de esta crisis, lo que se espera en el país, según los expertos, es un fuerte impacto económico y en el bienestar social.

De hecho, una crisis política provoca que crezca la angustia entre los ciudadanos ante la problemática no de saber qué va a ocurrir, y reducen su consumo. De este modo, se afecta la economía, al reducir las ventas y los beneficios de las empresas.

Incertidumbre y crisis política

El forzado cambio de presidente ocurrido en el país también genera incertidumbre respecto a la inversión de capitales; así como abre paso a problemas para la importación y exportación de productos al existir desconocimiento sobre el futuro de los aranceles y otras tasas del comercio.

De esa realidad también se desprende una afectación severa a la cadena de suministros de las empresas; lo que deviene en una probable alza de precios. De modo que los periodos de inestabilidad política, como los que hemos vivido esta tarde, hacen que las empresas sean menos competitivas.

También, se debe mencionar que la crisis política desalienta las inversiones en la economía del país. Por lo menos, hasta que la situación crítica retorne a la calma, lo cual, puede tomar mucho tiempo, si los nuevos actores políticos continúan enfrascados en enfrentamientos de poderes sin solución.

Fuga de inversiones

En ese sentido, lo más probable es que las grandes corporaciones internacionales no deseen tener presencia en el país. Por ejemplo, si la crisis política se agrava, generándose una incertidumbre prolongada, las grandes compañías nacionales e internacionales podrían optar por mover sus sedes y sucursales a países políticamente más estables. Ello, sin duda alguna, traería consecuencias fatales para la economía del país.

Así por ejemplo, tenemos casos de empresas privadas que anuncian retrasos en decisiones de inversiones. Uno de ellos es el de la empresa Newmont, cuya decisión de inversión para Yanacocha Sulfuros la tomará en la segunda mitad del año 2024.

Y justamente en dicho punto es que, según expertos, es muy difícil crecer sin el aporte de la inversión privada; para la cual se necesitan proyecciones claras que aseguren a los inversionistas que no habrá un cambio de las reglas de juego en los próximos años.

Finalmente, la falta de inversión deriva en un estancamiento económico y tecnológico. Se frena la investigación, el desarrollo tecnológico y científico.

De modo que una crisis política resulta completamente perjudicial para el país; ya que, incluso, se paralizan las inversiones en el sector público; pues el Gobierno de turno dedica su atención a los problemas de inestabilidad, desviando la mirada lejos de la financiación de proyectos, ayudas, subvenciones, etc.

Por ello, desde la Cámara Minera del Perú y Camiper, se hace un llamado a las autoridades a la reflexión; que conlleve al retorno de la estabilidad política, en beneficio de todos los peruanos.

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