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Opinión

Salida a la crisis en Perú con respeto y sin violencia

En busca de una conciliación que abra paso a las grandes oportunidades para todos los peruanos.

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Debemos buscar por todos los medios la unión entre los peruanos y dejar de fomentar lo que nos separa, olvidando resentimientos y prejuicios que evitan el crecimiento de nuestro país y generan una pésima imagen ante el mundo que nos observa; y que da la razón a todos aquellos que están logrando envenenar a la sociedad peruana.

Definitivamente, el inicio de este año 2023 ha sido el más álgido de los últimos tiempos; con el Perú enfrentando una de sus peores crisis, ya generalizada, y sin que aparezca un atisbo de mejora en el horizonte que nos marque la salida a esta convulsionada situación.

Desde este espacio, ya hemos manifestado que, gran parte de la responsabilidad se halla en la falta de liderazgo en todos los niveles. Desde el gobierno, las empresas y la sociedad, no se vislumbra la aparición de líderes que lleven al país al rumbo que se merece.

Aún así, sectores clave, como la minería, continúan aportando en gran medida con el sostenimiento de la economía del país; logrando índices superiores a los de muchos otros países de Latinoamérica.

Perspectivas e incertidumbre

Sin embargo, la conflictividad social que vivimos actualmente, y que ha causado la muerte de decenas de personas, así como diferentes ataques a la propiedad pública y privada, hacen que el escenario se tiña de incertidumbre para el futuro, tanto a corto, como mediano y largo plazo.

En principio, por ejemplo, las proyecciones de crecimiento para el Perú en este 2023, se calculaban entre el 2.4% y 2.5%; valores que se ubican por debajo de la estimación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de alrededor del 3%.

No obstante, tras los diferentes reportes de ataques e invasiones a las empresas privadas, entre las que se encuentran varias mineras, es posible que las proyecciones de crecimiento se reduzcan más.

Tengamos en cuenta que la conflictividad social que afecta al país, tal como va, no va a permitir la ejecución de los diferentes planes de inversión que ya se tienen aprobados.

Por ejemplo, en el sector minero, ya se ha viabilizado un conjunto de millonarios proyectos mineros, como Corani y Magistral; así como visto la intención de diferentes empresas en acelerar el desarrollo de diferentes obras y proyectos; cuyo desarrollo ayudará a dinamizar la economía de las regiones donde se ejecutan.

Sin embargo, el Perú, en lugar de concentrar su atención en función a estos objetivos, se encuentra inmerso en una crisis sin que sus autoridades parezcan poder hallar una salida.

Salida a la crisis demanda liderazgo

En ese sentido, urge reconstruir el Estado peruano como un país moderno, libre y sostenible. Partir desde el respeto al Estado de Derecho y el rechazo total a la violencia.

Nos encontramos ante una excelente oportunidad de crecer como país, con beneficios económicos para todos. El aumento de la demanda de metales, como el cobre, en los mercados internacionales, pone a nuestro país en una privilegiada posición.

Pero para aprovecharla, se debe promover un clima de paz que continúe alentando la ejecución de inversiones mineras. No podemos permitir que importantes productores de cobre en el Perú, como Las Bambas, Antapaccay, y Hudbay, no operen al 100% de sus capacidades.

La inoperancia del Estado debe tener su fin ya. Es deber de las autoridades asumir su responsabilidad y restablecer el diálogo constructivo con todas las partes; a fin de impulsar soluciones reales y fraternas, en el orden democrático.