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Metalurgia

Descubren un nuevo tipo de oro en un mineral común

Para su hallazgo se requiere del instrumento llamado sonda atómica.

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Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Tierra y Planetarias, de la Curtin University, ha descubierto un nuevo tipo de oro presente en la pirita.

De hecho, este hallazgo resulta paradójico, teniendo en cuenta que al mineral pirita también se le conoce como “el oro de los tontos”, porque se suele confundir con el oro debido a su parecido, pero en realidad es un compuesto de disulfuro de hierro sin valor (FeS₂).

De todos modos, los cristales de pirita pueden contener pequeñas cantidades de oro real, aunque es muy difícil de extraer. Así lo explica Denis Fougerouse, investigador de la Curtin University, quien además señala que “el oro escondido dentro de la pirita a veces se denomina ‘oro invisible’. Según dijo esto se debe a que no es observable con microscopios estándar, sino que requiere instrumentos científicos sofisticados”.

Nuevo tipo de oro presente en cristales de pirita

Hasta el momento, se sabía que el oro en la pirita puede presentarse como partículas de oro o como una aleación; sin embargo, en la reciente investigación, Fougerouse y su equipo hallaron una tercera forma en que el oro acecha en la pirita.

“Cuando el cristal de pirita se está formando bajo temperaturas o presiones extremas, puede desarrollar pequeñas imperfecciones en su estructura cristalina que se pueden ‘decorar’ con átomos de oro”, expuso el investigador en una publicación en The Conversation.

Según el investigador, “cuando un cristal mineral como la pirita crece dentro de una roca, puede desarrollar imperfecciones en su red atómica”. Entonces, a partir de ese conocimiento, el grupo de investigadores pudo descubrir este nuevo tipo de oro en el mineral.

“La pirita es resistente y dura en la superficie de la Tierra, pero puede volverse más retorcida y elástica cuando se forma en las profundidades del planeta; que es también donde se forman los depósitos de oro”, argumentó Fougerouse.

“Cuando los cristales se estiran o retuercen, los enlaces entre los átomos vecinos se rompen y rehacen, formando miles de millones de diminutas imperfecciones llamadas dislocaciones; cada una aproximadamente 100.000 veces más pequeña que el ancho de un cabello humano”, comentó el científico.

Sonda atómica, el instrumento clave

Debido a su minúsculo tamaño se requiere de una sonda atómica para detectarlas, que a su vez permite construir un mapa 3D con la ubicación precisa de las impurezas dentro de un cristal.

Sin este instrumento, resultaba imposible hallar la forma de encontrar este nuevo tipo de oro en la pirita.

“Nuestra investigación revela que las dislocaciones dentro de los cristales de pirita se pueden ‘decorar’ con átomos de oro. Esto es particularmente común donde los cristales se han torcido durante su historia; aquí, el oro puede estar presente en concentraciones varias veces más altas que en el resto del cristal”, explicó Fougerouse.

Ahora, según este estudio, los cristales de pirita con un contenido de oro relativamente alto pueden formarse en un solo proceso.

De esa forma, los mineros podrán extraer este tipo de oro de la pirita de manera más eficiente, incluso con menores emisiones ya que los sitios de dislocación dentro de los cristales podrían ofrecer una lixiviación parcial mejorada; o también un objetivo para que las bacterias ataquen y rompan el cristal, liberando el oro en un proceso conocido como biolixiviación.

Por ahora, el investigador apunta que “esta idea aún no ha sido probada, pero definitivamente merece una investigación”.